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La tecnología al servicio de las relaciones humanas

Leo el nombre de Tristan Harris por primera vez en un reportaje de XLSemanal de mayo de 2018. A partir de ahí, y como no podía ser de otra manera, lo escucho cada vez más. Es irónico y al mismo tiempo lógico, ya que precisamente dicho reportaje me introduce en lo que lleva años ya rondando por mi mente (y la de todo el mundo): la ausencia de iniciativas para disponer la tecnología al servicio de las relaciones humanas, y la falsa libertad del mundo hiperconectado.

Tristan Harris es un filósofo de 35 años que lidera un movimiento a favor del uso de la tecnología de forma responsable y al servicio de la humanidad. Él mismo considera que la humanidad lleva años al servicio de la tecnología, y que eso hay que revertirlo. Hoy en día esto es algo que todos hemos pensado en más de una ocasión, seguramente poniéndonos a nosotros mismos como sujetos. Cuántas veces hemos sentido que, por más que nos lo proponemos, no podemos separarnos de nuestros smartphones, ni sacar la vista de ellos. Ni siquiera dejar de “perder el tiempo” en apps y sites que no nos aportan mucho al final del día. Quien dice smartphones, dice pantallas en general, pero claro, la más cercana e inmediata siempre es nuestro teléfono móvil.

Tristan Harris en una de sus TED Talks (foto cedida por TED Press).

Las cuestiones éticas que Harris plantea, lejos de incomodar, invitan a la reflexión y a un giro positivo de la propia tecnología

Pero aunque esta reflexión pueda ya sonar manida, lo cierto es que muy pocos hablaban de ello cuando Tristan Harris comenzó a plantearse estas cuestiones. Y lo hizo siempre desde un punto de vista brillante; como indica Carlos Manuel Sánchez en el reportaje de XLSemanal, “lo que hace especial a Harris es su currículum: no es un profeta de la desconexión que pretende que volvamos a los tiempos en los que un teléfono solo servía para llamar por teléfono. No, Harris era uno de ellos… Uno de esos ingenieros brillantes y algo endiosados de Silicon Valley, jefe de diseño ético de Google, nada menos”.

Contrariamente a lo que podríamos esperar, las cuestiones éticas que Tristan ha planteado y ligado al mundo de la tecnología, no han incomodado a las grandes corporaciones que experimentan y viven de ella. De hecho, trabajó en el Departamento de Diseño Ético de Google, pero lo abandonó para fundar The Center for Human Technology y comenzó a dar a conocer el movimiento Time Well Spent. Hasta Mark Zuckerberg usó este término a principios de 2018 para referirse a uno de los propósitos anuales de Facebook: “By focusing on bringing people closer together — whether it’s with family and friends, or around important moments in the world — we can help make sure that Facebook is time well spent”.

La humanización de los objetivos del diseño tecnológico está en manos de todos

En su TEDxBrussels de diciembre de 2014, Harris asegura que siente que la mayor parte de su vida se le escapa de las manos. Sin embargo, al igual que todo el mundo en 2014 (y hoy en día también, por supuesto), su tiempo lo emplea basicamente en cosas relacionadas con la tecnología. Comprobar quien le ha dado un me gusta a tu foto, quien ha comentado, quien te ha pedido amistad, quien te ha etiquetado en una foto no es solo cuestión de un breve clic. Según Harris sentimos que el tiempo se nos escapa porque ese click en realidad nos lleva a pasar minutos, muchos minutos al día con el teléfono en la mano. Y, a pesar de ser conscientes de que esto es así, de que empleamos cantidades de tiempo ingentes en ello, no podemos dejar de comprobar nuestro teléfono una y otra vez, muchas veces al día.

¿Por qué? Tristan asegura que nuestro teléfono es como una máquina tragaperras: cada vez que hacemos scroll down para ver nuevas notificaciones, nuevos emails, estamos participando en el juego. De la forma en la que se diseña la tecnología hoy en día, o estás on o estás off; no hay punto medio. Estar «on» involucra ser susceptible a constantes distracciones; estar «off» conlleva sentir un FOMO tremendo.

Por ello, Harris propone restaurar el propósito de la tecnología para que podamos recuperar nuestra capacidad real de elección.

Tristan Harris on-off-choice_TEDxBrussels 2014

‘On-off choice’, by Tristan Harris at his TEDxBrussels 2014. 

Para ello, obviamente, necesitaremos a los diseñadores; pero necesitaremos diseñadores que piensen más allá del propósito evidente que una marca pueda tener (y más allá, por supuesto, de un objetivo puramente económico). Es decir, hasta ahora el gol principal del diseño tecnológico ha sido la inmediatez de una forma sencilla; Harris propone dar un paso más, aplicando la ética para así perseguir objetivos que satisfagan la comunicación y las relaciones humanas plenas.

Tristan Harris_Human Desing Goal_TEDxBrussels 2014

‘Moving towards a human design goal’, by Tristan Harris at his TEDxBrussels 2014. 

Un avance así, asegura Harris, se consigue de dos formas: por un lado, con la ayuda de diseñadores que apliquen la ética en su trabajo, y por otro, a través de nuestra propia demanda como usuarios de sus productos. Solo así podremos revertir la constante sensación de tiempo mal empleado o tiempo perdido.